jueves, 5 de diciembre de 2013

Va de cine. (Con permiso de los videojuegos)

Hola amigüitos y amigüitas, la verdad es que tenia ganas de volver a escribir, pero claro, ahora estoy reviviendo mi época gamer, y ocupo mi tiempo libre en los videojuegos. Entonces esta tarde (mientras jugaba al Fallout 3) llegué a la conclusión de que la única manera de volver al blog, era escribir una entrada sobre el séptimo arte como buen cinéfilo que soy. Pues vamos a ello.
Voy a empezar por una película y acabaré con una serie.
          En primer lugar voy a hablar de Prisioneros, que está dirigida por Denis Villeneuve, director de la alabada incendies (aunque aún no la vi) y protagonizada por Hugh Jackman, Jake Gyllenhal como actores estrella y otros secundarios que posiblemente estén tan a la altura o más que los anteriores.
La película trata de la desaparición de dos niñas en pleno día de acción de gracias, supuestamente secuestradas y del afán de sus padres por encontrarlas (sobre todo de uno de ellos). No os voy a contar nada más, simplemente os voy a intentar convencer de que la veáis cuanto antes. Qué esperaba de ella? Esperaba un buen thriller, nada más, pero al salir del cine se convirtió en una de mis películas favoritas, y no solo porque está muy por encima del resto de películas actuales, sino porque se lo merece. Por ser agobiante, por ese nudo en la garganta, porque dura dos horas y media y me quedé con ganas de más, porque logra crear una atmósfera cruda, desgarradora, oscura, inquietante, y que te deja inmóvil en la butaca, sin poder casi ni respirar, por esas actuaciones, por sus planos, por su fotografía y por su todo. Lo peor que puedes hacer antes de ver la película, es leer sus críticas, tanto las buenas como las malas(sólo la mía si quieres) así podréis sacar vuestras propias conclusiones. Incluso podéis dejar de leer esto y verla primero. Solo quiero recomendarla porque hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo cine en el cine, ah! y también para escribir algo en mi blog, que el pobre llevaba tiempo parado.


           Es el turno de una serie para terminar. The Wire.  Llevaba mucho tiempo buscando tiempo en mi apretada agenda, para poder verla del tirón, sin otras series de por medio y en el menor tiempo posible. Por qué todo esto? Pues porque cuando me tomo algo en serio, solo tengo ojos y oídos para eso, y nada puede interferir en ese mes que tardé en ver las 5 temporadas de unos 12 capítulos de 55 minutos de duración cada una. Hagan cálculos. Bueno si, tampoco es tan espectacular verla en un mes, pero es que también están los videojuegos. Malditos videojuegos. Bueno, voy a seguir. Creo, en mi humilde opinión que es la mejor serie que he visto en mi vida y esto se volverá en mi contra porque créanme, desde el momento que la terminé, no existe otra igual, ni otra que me guste tres cuartos de lo que me gustó está. En primer lugar, una de las razones por las que valoro tanto una serie, es el argumento. No me gusta nada que cada capítulo sea un caso diferente como en C.S.I, House o otras series modernas, no, en este caso cada capítulo es una película de la cruda realidad que suele terminar mal. Resumiendo, que en la vida real no es todo como lo pintan las series con megapolicias y megacientíficos megaeficientes que siempre pillan al malo, sino que hay mierda que no para de crecer, y perdón por la expresión. En segundo lugar me llamó la atención que utilizaran gente de la calle para interpretarse a si misma, además de que la mayoría de actores no eran muy conocidos hasta ese momento. Otra razón, está ambientada en Baltimore, uno de los lugares más bellos y emblemáticos de los U.S.A (modo ironía). Mientras otras están grabadas en Miami, Las Vegas o otros lugares de gran atractivo comercial, esta no, todo lo contrario. La trama por supuesto, es espectacular, ya que muestra sin tapujos la realidad de nuestros días, una sociedad decadente, unos políticos financiados por el narcotráfico, gente muriendo en las calles con total impunidad, niños que no van al colegio, barrios totalmente marginados a su suerte y muchas más realidades que te atrapan. Por último, hay muchos personajes con los que identificarte, cosa que siempre me gustó en las películas o series, ser el bueno, el menos bueno, el listo, el bruto, el soplón, pero quedaros con este nombre, Omar Little. Nada más que añadir. Esto es Baltimore. Hasta la próxima.



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